Y ahora que se cae el muro, ya no somos tan iguales.
Tanto vendes, tanto vales. ¡Viva la revolución!
Reivindico al espejismo, de intentar ser uno mismo.
Es el viaje hacía la nada que consiste en la certeza
de encontrar en tu mirada, la belleza.
La Belleza. Rozalén.
Muchas veces nos fijamos en las apariencias sin darnos cuenta de todo lo que hay detrás. Y es que hoy las etiquetas no solo cuelgan de la ropa, también cuelgan de nosotros mismos e incluso nos encargamos de colgarlas en los demás. Juzgamos sin conocer, nos guiamos por la imagen o esa impresión que nos da la persona y así la mayor parte de las veces, nos perdemos lo mejor por culpa de los estereotipos. La borde, el flaco, la gorda, el creído, la estúpida, el gilipollas, la zorra, el chulo, la tímida... Y así podría seguir hasta mañana, perdemos hasta nuestro propio nombre. A mi como seguro os ha pasado a vosotros, me ha ocurrido muchas veces. De mi se han contado más mentiras que verdades y como siempre, las cosas malas han pesado más que las buenas. A veces dicen que soy borde porque no me dejo conocer de primeras, otras que hablo de más y que confío rápidamente en la gente. Algunos dicen que soy pura alegría porque todo el día me estoy riendo, pero otros me llaman drama queen cuando lloro por cualquier cosa que me pasa. Dicen que soy impulsiva porque me atrevo y me arriesgo aunque luego cuentan que soy tímida y que pienso mucho todo antes de hacerlo. Cuentan que no soy leal, que no doy todo por mi gente pero otros dicen que a veces doy tanto, que yo misma me quedo sin nada. Piensan que soy superficial, que mis ojos buscan la apariencia y lo bonito, pero es que luego dicen que no, que mis ojos no buscan esas cosas, que yo lo que busco es una mirada bonita. Entre el decir y el pensar, entre el creer y el parecer... Entre todas esas cosas, estamos cada uno de nosotros. Tan únicos y especiales como somos, sin artificios porque eso es lo que todos buscamos. A mi me gusta un buen café, una mirada que me inspire, un viaje para recordar, una pizza en el sofá, saltar en la cama, que me acaricien el pelo, un abrazo eterno, reír hasta que duela y llorar cuando lo crea, andar descalza, sentirme una niña, me gusta una voz que me llegue hasta con los ojos cerrados, que se queden así con un beso, un buen libro en la playa, lo simple y sencillo, me gustan los domingos, los lunes y cualquier día de la semana que sea especial, dormir hasta tarde, despertarme contigo. Me gusta mi familia, la de serie y la que la vida me ha dado la oportunidad de escoger. Me gusta lo auténtico, sin artificios, sin caretas. Sin más. Porque lo mejor es que las cosas te gusten por como tú las veas y nunca por lo que otros te cuentan. No hagas con los demás lo que no quieres que hagan contigo.
Sé que es tarde pero me apetecía mucho escribir y también compartir un nuevo outfit. Es muy básico, prácticamente un total black con cazadora denim y ese toque rock que tanto me gusta, mi esencia. Tenía muchas ganas de enseñaros mis nuevos botines, en ante y con estrellitas, son bajitos y muy cómodos. Me han llegado desde Amiclubwear con más cositas que os iré enseñando estos días. La falda la tenía desde hace mucho tiempo y nunca me había dado por ponérmela, la verdad es que me encanta y queda genial con un top del mismo color. Mi sombrero favorito y también mi bolso, últimamente casi siempre llevo este porque aunque es pequeño, me cabe todo perfectamente y es muy cómodo de llevar. La cazadora vaquera da el toque de color al look, me gusta mucho porque le he puesto alguna tachuela, chapas y pins para cambiarla un poco. El detalle de la bandana me pareció perfecto ya que ahora son tendencia y a mi todo lo que sean complementos me encantan. ¿Os ha gustado el look de hoy?. Espero que disfrutéis mucho del fin de semana, yo lo aprovecharé para quedar con mis amigas y planear los últimos detalles porque el lunes nos vamos de viaje. No os podéis imaginar las ganas que tengo. Os mando millones de besos.
Botines: Amiclubwear (AQUÍ) / Falda, Top y Bolso: New Yorker / Sombrero y Cazadora: Primark
Con amor,
P.